Mitos
En ocasiones he tenido la oportunidad de participar en grupos de discusión donde se propone el autoaprendizaje asistido por Internet, como una solución a problemas relacionados con:
- Aumento del costos docente (horas directas por curso según cantidad de alumnos).
- Escasez de recursos, específicamente laboratorios.
- Rendimiento académico por parte de los alumnos.
Quienes proponen este “método” en ocasiones son personas que no han tenido experiencia en el tema, y si la han tenido son experiencias foráneas que son muy particulares y especificas, que no son comparables con nuestra realidad.
Los dos primeros puntos o mitos señalados anteriormente son, a mi entender, problemas netamente de gestión y que en la mayoría de los casos no se tiene claro, por ejemplo, el punto de equilibrio de alumnos que puede recibir una carrera o programa de formación para otorgar una adecuada y óptima atención de los alumnos.
Esto es imprescindible a la hora de realizar las inversiones en infraestructura y equipamiento en cualquier tipo de institución educacional.
Además, no necesariamente esta metodología es menos costosa, según mi experiencia y la realidad chilena, los costos de aplicar e implementar un proyecto de estas características pueden bajar en los ítem de infraestructura requerida, pero el costo docente es a lo menos 2,5 veces mayor que el tradicional, ya sea para la atención de los alumnos (presencial y/o vía web) y por la creación de los módulos de trabajo.
Es posible que la metodología del autoaprendizaje asistido por internet, optimice el uso de los recursos de una institución, sin embargo el principal objetivo no sólo debe ser el económico, el objetivo primordial debe ser la “rentabilidad” académica que se logrará con una adecuada implementación de la metodología, considerando los postulados y metodologías constructivistas del aprendizaje, como los son: inteligencias múltiples, mapas conceptuales, trabajo colaborativo, ABP+RM, entre otros. Además de contar con un equipo de profesionales idóneos en el tema y que podrán aplicar e implementar las metodologías de manera efectiva y eficiente.
Con respecto al posible mejoramiento de los rendimientos académicos de los alumnos mediante una metodología del autoaprendizaje asistido por internet, es importante señalar que esta metodología no es "magia" y que los malos o buenos rendimientos académicos es una situación compartida entre todos los involucrados en el proceso educativo.
Por otra parte, la aplicación de una metodología con estas características debe ser un proyecto a nivel organizacional, es decir un Proyecto Educativo institucional (PEI) y no en forma aislada y particular. Un ejemplo de esto es aplicar el modelo en una programa educativo y que el resto siga con una metodología totalmente distinta o tradicional. En este caso los resultados finales esperados son casi nulos.
Realidades
Las realidades positivas más destacas según mi punto de vista con respecto al aprendizaje con Internet son:
- Cambio de roles de los alumnos y profesores.
- Desarrollo de habilidades de alto orden.
- La mayor destreza de parte de los alumnos en el manejo de las TICs (Internet).
El cambio de los roles de los alumnos y profesores ha sido un avance notable en las experiencias educativas donde la aplicación de internet y sus herramientas asociadas han adquirido, como medio, la importancia necesaria y justa.
Estos nuevos roles hacen de la actividad académica de alumnos y profesores un espacio donde es posible construir juntos el aprendizaje, asumiendo roles activos, críticos y participativos.
En conjunto con lo señalado anteriormente, el uso de este medio fortalece el desarrollo de habilidades de alto orden por parte de alumnos y profesores, logrando obtener un mejor pensamiento analítico (planificación, organización, elaboración y evaluación), situación que es fundamental para diseñar e implementar actividades académicas con mayor valor agregado.
Todo lo anterior redunda en que los "aprendices" muestran un mejor manejo de Internet y sus herramientas asociadas, que en algunos casos superar todas las expectativas o aversiones.